Cada vez que se recolecta un dato, nacen nuevas oportunidades para comprender nuestro territorio y diseñar soluciones de gran impacto, especialmente en materia de seguridad ciudadana, donde cada decisión resulta clave para prevenir riesgos y proteger vidas. Atlas al Crimen es una iniciativa que transforma los datos oficiales en una herramienta clara y confiable para fortalecer la confianza de la ciudadanía y apoyar la gestión institucional.

Este proyecto nace del reto nacional “Datos al Ecosistema 2025”, respondiendo al desafío planteado por la Gobernación de Santander: aprovechar los datos abiertos y oficiales para mejorar la seguridad ciudadana. Su propósito no es únicamente describir lo ocurrido, sino anticipar lo que podría suceder, ofreciendo insumos estratégicos para la toma de decisiones tanto de las autoridades como de los habitantes.

Atlas al Crimen se centra en tres dimensiones fundamentales: geográfica, temporal y cultural, que permiten responder a preguntas clave sobre el riesgo, el comportamiento delictivo y las oportunidades de prevención. El proyecto analiza la relación entre la presencia policial y los niveles de criminalidad, identifica patrones asociados a factores culturales y socioeconómicos, y genera recomendaciones preventivas basadas en fechas, temporadas y ubicaciones específicas. Además, incorpora el análisis de variables climáticas que influyen en las dinámicas territoriales, y compara la ubicación de los centros de seguridad para identificar municipios con zonas aisladas o de baja cobertura institucional.

Entre sus principales componentes se destacan:

• Análisis del comportamiento delictivo histórico, con mapas de riesgo proyectado y escenarios de redistribución policial, que además incorpora datos meteorológicos que afectan la movilidad y la oportunidad delictiva.
• Estudio descriptivo y contextual del delito, que revela variaciones por día, mes y temporada, además de anomalías ligadas a festividades y condiciones climáticas.
• Caracterización de las víctimas, mostrando la distribución de delitos por género, edad y contexto, y señalando grupos vulnerables.
• Análisis socio-territorial y cultural, que cruza la criminalidad con variables culturales, incluyendo la distribución de espacios formativos.
• Cruce de indicadores de criminalidad con variables culturales, incluyendo presencia y distribución de bibliotecas del departamento como espacios formativos que ayudan a contextualizar dinámicas comunitarias.
• Chatbot comunitario, diseñado para acercar los hallazgos analíticos a la ciudadanía de manera rápida, simple y comprensible.

Con estas capacidades, Atlas al Crimen busca anticipar tendencias, orientar políticas públicas y ofrecer a la ciudadanía información confiable que contribuya a la prevención. Se trata de un esfuerzo por convertir los datos en un verdadero ecosistema de conocimiento aplicado a la seguridad, donde cada decisión cuenta para proteger vidas y construir un territorio más seguro.